Inauguro este nuevo formato de "micro" reseñas con dos películas por el precio de una (vuelve la sesión continua, aunque solo sea en nuestra imaginación).
Alfredo Landa interpreta a un detective privado al mas puro estilo de los que plasmaban en sus novelas escritores como Dashiell Hammett o Raymond Chandler. No en vano, Jose Luis Garci, el director de ambas partes, dedica la primera a Hammett y la segunda a Chandler. Pese a recoger todos los tropos de la serie negra americana, el director consigue trasladarlos a la perfección a la realidad cotidiana de la España de los años ochenta (de la que nace su nombre, equiparándola a la de la Norteamérica post-crack de 1929).
Landa es un cruce de Harry Callahan con Mike Hammer, pero a la española. Bajito, bigotudo y regordete, pero te lo crees, porque cuando se pone serio (y eso es practicamente el noventaicinco por cien del metraje) acojona tanto o mas que sus primos del otro lado del charco.
Dicen que la segunda parte es peor, pero yo no estoy estrictamente de acuerdo. En cualquier caso, son super-recomendables las dos, especialmente si sois fans del género negro. Pero desde luego también si os gusta el cine en general. Son dos películas EXCELENTES.
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La verdad es algo muy bonito.