Comentaba el amigo Héctor, hablando sobre este fragmento del film:
"Muy bello el gesto de amor eterno que tiene la chica, cuando el otro le ofrece subir al caballo y escapar sola, y ella se niega. Desde luego muy poca gente en el mundo real podría tener el valor, la misericordia, y la lealtad, de sacrificarse por amor hasta tal punto. Pero por supuesto, esto es solo una película. En la vida real, la chica pensaría primero en su supervivencia, y luego, ya a salvo, pensaría en sentir lastima por el hombre que la salvó. Y sin lugar a dudas, no experimentaría remordimientos por salvaguardar su persona, aún abandonando a la otra a su destrucción..."
"Muy bello el gesto de amor eterno que tiene la chica, cuando el otro le ofrece subir al caballo y escapar sola, y ella se niega. Desde luego muy poca gente en el mundo real podría tener el valor, la misericordia, y la lealtad, de sacrificarse por amor hasta tal punto. Pero por supuesto, esto es solo una película. En la vida real, la chica pensaría primero en su supervivencia, y luego, ya a salvo, pensaría en sentir lastima por el hombre que la salvó. Y sin lugar a dudas, no experimentaría remordimientos por salvaguardar su persona, aún abandonando a la otra a su destrucción..."
Esta sombría reflexión de Héctor me hizo recordar un texto que leí hace tiempo, en el que se hacía una loa del egoísmo como virtud. Del "sálvese quién pueda" o el tan manido en los westerns "mejor tú que yo, forastero". Claro, el texto del que os hablo tan cripticamente no es un hecho aislado, como se puede observar facilmente echando un vistazo a la tele o dándose una vuelta por cualquier ciudad del mundo.
Tristemente, en el mundo real lo que impera, obviamente, es el egoísmo. Vivimos en el mundo paralelo en el que las filosofías tipo Ayn Rand y el sistema capitalista en su peor versión han triunfado. Un mundo en el que características como la ambición o el egoísmo son consideradas virtudes (?????). Lo único que importa es el YO y todo lo demás es sacrificable en pos del interés personal, el lucro y la auto-satisfacción fácil y rápida. Solo parecen ser positivos aquellos sentimientos que nos hacen sentir bien, olvidando aquella vieja máxima que dice: "Si no duele es que no lo estás haciendo bien". O mi favorita: "No Pain, No gain" (algo así como "sin dolor no hay ganancia" o tirando del refranero popular español "no hay miel sin hiel").
Bueno, probablemente toda esta exposición o explicación o declaración de intenciones (llamadlo como queráis) para vosotros no ha significado nada o directamente os ha parecido un balbuceo incongruente. Seguramente estaréis a favor de considerar el egoísmo y la ambición como sentimientos positivos, que "elevan el espíritu"...
O no?
O no?
Poe favor, si hay algún otro loco en la sala que se manifieste.
...
Va a ser que no, verdad?
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La verdad es algo muy bonito.