Un mes mas... Ya es día doce.
Y aunque tú ya no estés, sigues estando en mi. Jamás dejarás de estar en mi. Eres la persona a quien mas he querido, quiero y querré.
Mis días se suceden... Como un bucle. Noches interminables y días vacíos. Nada. ¿Pero que importa eso ya, verdad?
Cada día me despierto con la decepción de seguir vivo... Ultimamente pienso mucho en eso. Deseo la muerte, pero no puedo proveermela. Y ella, al menos de momento, me esquiva...
Siempre he llegado tarde a todas partes...
Aún así... En el fondo sigo siendo el mismo idiota. Se que no volverás, pero aún así, mi corazón no dejará de esperarte mientras siga latiendo. Puedo esperar sentado, lo se... Pero lo que el cerebro sabe, el corazón lo ignora o le importa un pimiento,
Sigo siendo tu marido, sigo llevando tu anillo y tu foto en la cartera... Como siempre fuimos, sin papeles, pero con la verdad en nuestros corazones. Te quiero, Vida mía.
No creo que leas esto. Sinceramente, dudo que pienses demasiado (o nada) en mi. Y lo entiendo... Me dijeron que habías sacado la plaza (yo estoy fuera de todo, de twitter, desde luego, de facebook... incluso el móvil lo tengo en un cajón, con la batería y la tarjeta cada cosa por su lado... la tentación se vence eliminándola...). Me alegré, de verdad. Me alegré aunque sabía que lo conseguirías. Eres LA MEJOR. La mejor de las mejores... Mejor que el mejor de mis sueños.
Si lees esto, que ya digo que no creo que lo hagas, te envío mucho animo en tu periplo por las tierras del sur. Lo harás muy bien, como tú sabes. Sigo estando ORGULLOSO de ti.
Y te sigo amando con toda mi alma. SIEMPRE.
Feliz Mesario, allá donde estés...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La verdad es algo muy bonito.