PRIVILEGIOS DEL PATRIARCADO (III)
Se han cumplido 105 años de la Batalla del Somme, una de las batallas más sangrientas de la Primera Guerra Mundial. Con perspectiva de género, podemos afirmar que fallecieron 1.088.907 hombres y exactamente 0 mujeres. En el Somme fallecieron 3 de cada 4 hombres que fueron enviados a esta batalla.
Mientras los hombres morían acribillados por metralleta, mortero, gas, a bayoneta o atrapados con alambre de espino…¿qué hacían las feministas del siglo XX como Emmeline Pankhurst o Emily Davison?
Cuando ya no quedaban en el Reino Unido hombres para ir al frente, cuando ya habían muerto sus maridos, sus hermanos, sus padres en la guerra, en vez de reclamar ir ellas en aras de la igualdad que tanto reclamaban, solicitaron al gobierno que rebajase la edad de reclutamiento para que fuesen al frente también los niños de 12 a 16 años e iniciaron la llamada “campaña de las plumas blancas” para avergonzar y acusar de cobarde a todo hombre del Reino Unido que no acudiese al frente a cumplir con su obligación como hombre de morir defendiendo su patria.
Según Emmeline Pankhurst: "Lo menos que pueden hacer los hombres es que cada hombre en edad de luchar debe prepararse para redimir su palabra a las mujeres, y prepararse para hacer lo mejor posible, para salvar a las madres, las esposas y las hijas de Gran Bretaña".
Que algunas mujeres abducidas por el feminismo crean que han sido el sexo discriminado a lo largo de la historia, puede tener explicación porque a todo el mundo le encanta escuchar cantos de sirena. Ahora bien, que nos lo creamos los hombres, es para hacérnoslo mirar. El sexo masculino, en toda época, en toda circunstancia y en toda sociedad, siempre ha sido el sexo prescindible y sacrificable, desde los albores de la humanidad hasta la actualidad, donde el hombre, sigue siendo discriminado y vulnerado en sus derechos más básicos.
Texto y foto: Entre Los Dos (Grupo de Facebook)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La verdad es algo muy bonito.