No me hace falta leer los programas electorales (o ver ningún debate) para saber que ninguno incluye devolverme a mi familia o mi futuro. Ni tan siquiera un ápice de esperanza.
Si, bueno, ya se que suena egoísta, pero se supone que el egoísmo (ser egoísta) hoy en día es una virtud, no?
Además, esté quien esté en el gobierno, las cosas de los vivos no son asunto de los muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La verdad es algo muy bonito.