La Maldición de las Paredes Finas


Lo malo de vivir en un sitio con las paredes tan finas (y que aquí la gente esté acostumbrada a hablar a voces) es que quieras o no, aunque te tapes los oídos o pongas música a toda traca, te enteras hasta de cuando una hormiga se tira un pedo.

Conversación telefónica...

"Si... Pues ahí lo tengo, hecho un desastre... Yo es que no me lo explico todavía... No lo entiendo... No estaban casados, pero eran un matrimonio... Es que eran un matrimonio!"

Y qué?

A quien cojones le importa?

Qué mas da?

Qué hay que entender, Viejita?

Cuando diablos ha tenido este puto mundo algún sentido, eh?


No. Esta puta mierda de mundo en el que vivimos, esta infecta bola de barro en la que nos retorcemos como gusanos atrapados nunca ha tenido ni una mierda de sentido.

El jodido mundo, la vida, no tiene ningún sentido.

El único sentido que tiene todo este dolor, toda esta lucha absurda, es el que nosotros queramos darle.

"Para que la vida tenga sentido un hombre o una mujer debe tener una gran causa o un gran amor."

Yo ya no tengo ninguna de las dos. Un día, no hace mucho tiempo, tuve las dos. Eran la misma cosa, la misma persona. Pero la apartaron de mi... La engañaron.

Echarle la culpa es algo que JAMÁS haré. Todos tenemos puntos débiles. A Ella la bombardearon en su "talón de aquiles" durante mucho, mucho, muchísimo tiempo. Aguantó como una jabata durante años. Solo tengo admiración y amor para Ella.

A "ellos" sin embargo... Los despellejaría vivos sin despeinarme. Y disfrutaría con ello... Que me parta un rayo ahora mismo si no sería el hombre mas satisfecho del mundo si me viera con su pellejo ensangrentado entre mis manos y el dulce sonido de sus gritos de dolor cantando en mis oídos.

Esos bastardos... BASURA.



Nada tiene sentido, Viejita. NADA. Ni lo volverá a tener jamás. Lo perdido... Lo ROBADO lo era TODO. Mi causa. Mi AMOR...

Así... No queda nada por hacer.

Nada en lo que creer. Nada por lo que luchar.


Nada...


Te quiero,
Vida mía

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La verdad es algo muy bonito.