En todas partes...

Puta vida...
Me voy encontrando pedazos de NOSOTROS en todas las cochinas partes.
Ni metiendo la cabeza en el retrete me libro de NOSOTROS...
Conchasumadre, CARAJO.

El cine me entretiene... A veces.

Lo malo es que también está "contaminado"...

Contaminado de ti...

De NOSOTROS...


Estoy en un grupo de cine en facebook. Como ya he dicho, el cine me entretiene... Algo. Pero también, irremediablemente, al igual que todas las demás cosas en este puto mundo, me termina llevando de regreso a ti.

Porque todo está "contaminado" de ti...

EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN...

Qué película, verdad? Recuerdo cuando la vi contigo. Fue en tu viejo piso. La vimos bien pegados, medio enfebrecidos por el deseo. Lo recuerdo como si fuera ayer... Porque para mi fue ayer mismo. Como todos y cada uno de los momentos vividos a tu lado. Cada uno de los días, de los minutos, de los malditos, benditos segundos...

Todo fue ayer mismo, aunque haga mil años. Para el corazón que aún sangra (y SANGRA) y ama (y TE AMA) todo es reciente.

Irremediablemente cercano...

TODO.

El amigo Fernando (pseudonimo habemus) ha compartido el fragmento de las tetas y el vuelo... Y ya la hemos jodido. La jodimos de lágrimas y recuerdos, de deseos y añoranzas... De puñaladas traperas y de olvidos...

No quiero volver a verla... No puedo. 

Es demasiado Tú... Es demasiado yo. Demasiado NOSOTROS. 

NOSOTROS... 

Esa palabra que ya no existe, pero seguirá siempre ahí, mientras yo viva... Como ese miembro fantasma que no te puedes rascar por mas que te pique... No mientras yo viva... 

"Tú iluminaste el lado oscuro de mi corazón." 

Contigo mis pies se elevaron por encima del asfalto... 

Es una vieja historia, mil veces contada...

Y Tú, solamente Tú, eras LA QUE SABÍA VOLAR... 

La única... 

Ojalá despiertes,

algún día...

Ojalá te des cuenta

de las cadenas que te han puesto...

De la mano mentirosa,

del pecho hueco...

Se que lo harás

y volverás a volar... 

Volverás a brillar... 

Tan brillante 

como después de hacer el AMOR. 

Que linda estabas cuando volábamos... 

Perdóname... Perdóneme...

A mi mismo.

Por no habernos sabido defender,

por no haber vencido a los monstruos... 

A las brujas...

A los fantasmas lujuriosos...

A los susurros rastreros...

Te amo, Kequita.

Gracias por dejarme volar.

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