Asfalto


Ocho de la mañana.
Apenas tres horas de sueño.
Te encuentras de pie, asomado al ventanal de la casa. Hace frío. Y mientras el cigarrillo se consume entre tus dedos, piensas...

"Lo mejor de ti no sirvió para nada."
"La frivolidad de una desconocida fue mas importante que tú."
"Vamos! Hazlo! Acaba ya!"

Y miras fijamente al frío asfalto a 20 metros bajo tus pies....

"Y la vieja? Tú ya estás acabado, pero... No la dejarás a ella vivir sus últimos años tranquila?"

Nadie debería sobrevivir a un hijo...

"Para que tú descanses debe pagarlo ella?"

Y te paras, claro...

Qué importa un poco mas de dolor? Es lo que respiras desde hace ya mas de seis meses... De todas formas, cuanto mas puedes durar así, aunque no saltes?

Ya lo estás notando... Pareces mayor... Te cuesta caminar, te cuesta respirar, cada dia ves peor... Todo terminará igualmente...

Deja que la vieja viva sus últimos años sin esa carga... Sin ese dolor...

Pero... La echas tanto de menos....

Hoy vuelve a ser 12. Y Ella sigue siendo como el viento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La verdad es algo muy bonito.