Hará cosa de unos dos años, a mi hermano le había dejado su novia.
Un día se acercó a mi, y con toda la tristeza que su pose habitual de supermacho le permitió me dijo:
"Ahora os toca a B y a ti continuar la familia... O esto se acaba."
Tenemos primos hermanos, pero no tienen hijos, así que desde un punto de vista, quizás algo anticuado para estos tiempos modernos que corren, decía la verdad.
Intenté animarlo, claro, sin mucho éxito. Los hombres de mi familia somos así. Incluso mi hermano, "el indestructible"...
Hoy soy yo al que han dejado tirado como una colilla... Su novia volvió, claro.
"El indestructible" nunca pierde... Y me alegro por él, no creáis. Aunque se comporte como un cabronazo la mayor parte del tiempo sigue siendo mi hermano.
Tienen planes para casarse, probablemente el próximo verano. Aunque mi cuñada está un poco "p'allá". Sabediós...
Ojalá que tenga suerte otra vez, el cabronazo.
Ahora si que te toca a ti continuar con la familia, hermanito.
Esta vez de verdad.
Solo quedas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La verdad es algo muy bonito.