Hubo un tiempo en que el amor era ciego y el mundo era canción
Y esa canción era emocionante
La esperanza era real y vivir merecía la pena
Soñé que el amor nunca moriría
Que dios tendría piedad
No había miedo a soñar de mas
No había un rescate que pagar
Ninguna canción que no pudiéramos cantar
Ningún vino que no pudiéramos probar
Pero los lobos acechaban en la oscuridad
susurrando a cañonazos
susurrando a cañonazos
mientras arrancaban la esperanza poco a poco
Mientras convertían los sueños en vergüenza
Compartió su lecho conmigo
Llenó mis sueños con maravillas sin fin
Tomó mis veranos pero al llegar el invierno se había ido
Ya no sueño que vuelva a mi, recuperar la vida juntos
Hay sueños que nunca pueden ser
Tormentas de las que uno no puede cobijarse
Soñé que mi vida podía ser muy diferente de este infierno en el que vivo
Tan diferente de lo que ahora vivo...
La vida mató a mi sueño...
...Y sin ese sueño la vida no vale nada.
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La verdad es algo muy bonito.