Bendición...



Entonces amanece invisible y su verdad es revelada; 
Pierdo el sentido, mi alma siente sus alas casi libres, 
su hogar, su puerto finalmente encontrado; 
Y sin medir las distancias se atreve a cruzar la ultima frontera 

Terrible es comprobar la inmensa agonía 
cuando el oído comienza a escuchar y el ojo a ver, 
el pulso a palpitar y el cerebro a pensar de nuevo 
y el alma a sentir la carne y la carne a sentir esta cadena 

Y ni así querría yo perder un solo latigazo, 
ni desearía una tortura menos; 
Pues cuanta más sea mi angustia, cuanto mayor mi tormento, 
mas dulcemente recibiré su bendición 

E. Bronte 


Te amo, B.

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La verdad es algo muy bonito.