Entonces amanece invisible y su verdad es revelada;
Pierdo el sentido, mi alma siente sus alas casi libres,
su hogar, su puerto finalmente encontrado;
Y sin medir las distancias se atreve a cruzar la ultima frontera
Terrible es comprobar la inmensa agonía
cuando el oído comienza a escuchar y el ojo a ver,
el pulso a palpitar y el cerebro a pensar de nuevo
y el alma a sentir la carne y la carne a sentir esta cadena
Y ni así querría yo perder un solo latigazo,
ni desearía una tortura menos;
Pues cuanta más sea mi angustia, cuanto mayor mi tormento,
mas dulcemente recibiré su bendición
E. Bronte
Te amo, B.
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La verdad es algo muy bonito.